Cuando una empresa está a punto de dar un paso importante, como comprar otra compañía, fusionarse, atraer inversores o firmar un acuerdo estratégico, es habitual que surjan muchas dudas: ¿Estoy tomando la decisión correcta? ¿Qué riesgos ocultos podría haber? ¿Qué consecuencias legales tendría esta operación?
En mi experiencia como abogada corporativa, he visto casos en los que una revisión previa exhaustiva ha marcado la diferencia entre una inversión segura y un problema millonario. Esta revisión se conoce como Due Diligence legal, y hoy quiero explicarte en qué consiste y cuándo es imprescindible.
¿En qué consiste mi servicio de Due Diligence?
La Due Diligence legal es un proceso de investigación y análisis detallado de la situación jurídica de una empresa, un activo o una operación. Su objetivo principal es identificar riesgos, obligaciones y posibles contingencias legales antes de tomar decisiones estratégicas.
En otras palabras, se trata de “mirar bajo la alfombra” para conocer con total transparencia qué hay detrás de la operación que se está evaluando.
Durante este proceso, reviso aspectos como:
- Contratos vigentes con clientes, proveedores o socios.
- Cumplimiento normativo y posibles sanciones pendientes.
- Situación laboral: contratos, nóminas, despidos y litigios abiertos.
- Propiedad intelectual e industrial: marcas, patentes y derechos de autor.
- Litigios y reclamaciones en curso.
- Estructura societaria y obligaciones fiscales.
Gracias a este análisis, puedo ofrecer a mis clientes una visión clara de los riesgos y ayudarles a decidir si conviene seguir adelante, renegociar, e incluso hacer una estrategia híbrida que incluya otros de mis servicios jurídicos.
¿Qué ventajas tiene desarrollar un proceso de investigación y análisis detallado a nivel fiscal y contable de tu empresa?
En un entorno empresarial cada vez más complejo, tomar decisiones sin información suficiente puede ser muy arriesgado. He visto operaciones que, a primera vista, parecían perfectas… hasta que descubrimos deudas ocultas, cláusulas contractuales problemáticas o litigios graves.
- La Due Diligence legal protege a los compradores, inversores y socios estratégicos. Permite:
- Evitar sorpresas desagradables que puedan poner en riesgo la operación.
- Negociar mejor las condiciones, ya que conocer la realidad jurídica otorga una posición de fuerza.
- Tomar decisiones informadas basadas en datos y no en suposiciones.
En definitiva, este proceso ofrece seguridad y transparencia en operaciones que suelen implicar inversiones importantes.
¿Cuándo es esencial el servicio de Due Diligence?
Aunque recomiendo realizar una Due Diligence en cualquier operación de cierta envergadura, hay situaciones en las que es absolutamente imprescindible, como las que cito a continuación.
- Compra o venta de una empresa: antes de invertir una cantidad significativa, es esencial conocer la situación real de la compañía.
- Búsqueda de inversores o socios estratégicos: los potenciales inversores quieren asegurarse de que no existen riesgos ocultos.
- Fusiones o adquisiciones. La integración de dos negocios requiere revisar contratos, licencias y obligaciones legales.
- Financiaciones importantes. Los bancos o entidades financieras suelen exigir una revisión previa de la documentación.
- Transacciones inmobiliarias complejas. Cuando hay múltiples propietarios, cargas o deudas asociadas al activo.
En todos estos casos, una Due Diligence legal bien hecha puede evitar problemas graves y ahorrar muchos costes futuros.
Ahora que ya conoces los puntos fundamentales de la Due Diligence, ¿qué te parece si hablamos para ver de qué manera podemos impulsar juntos la productividad de tu actividad empresarial?




